¿Consideras una buena o mala práctica aceptar una contraoferta?

buena o mala práctica aceptar una contraoferta

Entre las compañías y ejecutivos cada vez se hace más «común» la tendencia de la contraoferta. Si bien, para el ejecutivo puede ser benéfico, esto sucede sólo de manera temporal, ya que puede traducirse en un incremento salarial al aceptar quedarse en la compañía actual, sin embargo, esto no lo hace una decisión definitiva.

Esta práctica para mi gusto, y los números no mienten, no es lo más recomendable para ninguna de las partes. Más del 80% de los ejecutivos que aceptan una contraoferta, dentro de los posteriores 3 a 6 meses quieren moverse de nuevo, esto por varias razones que tocaré más adelante, y por si esto fuera poco, todas las partes involucradas quedan afectadas. La compañía que decidió contra ofertar, el ejecutivo al aceptar y la compañía que hizo una oferta, hablemos de cada una de las partes.

Contraoferta por parte de la empresa

La empresa que decidió retener a su ejecutivo.  Sí, en un principio el ejecutivo puede pensar que es porque en realidad lo valoran (ojo, puede que así sea). Sin embargo, también lo hacen por lo que puede representar de “pérdida” al negocio. La compañía sabe que ese candidato está o puede estar en constante búsqueda y que esto se puede repetir más adelante. Esto orilla en gran % a las empresas a tener un plan B y comenzar a buscar un posible reemplazo. De igual manera puede ser visto como falta de “lealtad” a la compañía por parte del ejecutivo y en una posible reestructuración puede salir el nombre, entre otras cosas, es decir, la relación al final sí cambia.

El ejecutivo acepta la contraoferta

 El ejecutivo que acepta la contra oferta. Si bien, como mencioné en el punto de arriba, el ejecutivo puede pensar que es “altamente valorado” esto es más una estrategia de negocio, que valoración, ya que esperar a que tengas otra oferta del mercado para ofrecerte un mayor paquete hasta ese momento, no estoy seguro que sea valorar lo que se está haciendo internamente. De igual manera, pensar y cuestionarse en ¿por qué comencé con el proceso? o ¿qué me motivó a seguir adelante? Es porque ya existió un motivante para querer buscar nuevas oportunidades. Y esto, en un corto tiempo va a volver a pasar. Según la tendencia esto ocurre dentro de los primeros 3 a 6 meses posterior a recibir la contra oferta.

La empresa que decidió hacer oferta. – En teoría, podría ser la mayor “afectada” en el momento, tanto por la inversión de tiempo que realizó con ese candidato, como por los procesos internos de aceptación por varios jugadores de la empresa. Entre otras cosas, la relación con ese candidato se rompe. También es probable que en un futuro no sea más buscado por la empresa ni por los ejecutivos de esta si es que en algún momento cambian de compañía. En ese sentido necesitaran por otra parte, comenzar de nuevo con el proceso.

Conclusión

Como conclusión, el aceptar una contra oferta debe ser muy bien analizada. Si comenzaste un proceso fue por algo, analiza bien los pros y contras, preguntante realmente qué estás buscando para un siguiente paso dentro de tu carrera y cuál es la visión a largo plazo. Hay muchos más puntos de vista que juegan parte importante sin duda que también me hicieron falta comentarlos, espero poder compartirlos en otro artículo.

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